Los emberas somos personas laboriosas y trabajadoras tanto los hombres como las mujeres, incluyendo niños y niñas.
En los últimos años ha tomado fuerza la elaboración de artesanías comercial, Okamas, collares, manillas, pectorales, aretes…En chaquira mostacilla y muyuki rocailles y delica o en material vegetal.
La asociación jaipono pertenecen ala familia Embera Chami, su territorio ancestral reside en la Cordillera Occidental de los andes colombianos. El acto de tejer nuestras artesanías genera fuerte conexión con nuestra identidad cultural y las practicas ancestrales.
En la región Andina, se encuentra el departamento de Risaralda, de donde hace algunos años atrás, varios indígenas Emberá Chamí, migraron a la capital del departamento, desde Pueblo Rico en los límites con Chocó. En Pereira, ya en un contexto de ciudad, más de 20 indígenas deciden formar un grupo de artesanos que se dedicara al tejido ancestral en chaquira, formando y formalizando la asociación JAIPONO, en donde hombres y mujeres han venido desempeñando roles administrativas y productivas en torno a la elaboración de diferentes productos de uso decorativo, utilitario y de atuendos, para un mercado que reconoce sus artesanías y la calidad de lo que elaboran, con ello algunos almacenes de cadena y grandes empresas que han realizado encadenamiento productivo como colaboración remuneradas al por mayor en el ámbito de la moda y el textil.
Antiguamente los hombres y mujeres Embera para adornarse y protegerse, usaban tanto la pintura corporal extraída del fruto de la jagua -en lengua kipará-, como diferentes partes de plantas entre ellas semillas, hojas, cortezas y flores perfumadas. En la actualidad con fines similares, los Embera confeccionan accesorios con chaquiras que evidencian su amplio dominio de conceptos matemáticos y geométricos, y que -a su vez- son una manifestación de su lucha por fortalecer su cultura y afirmar su dignidad.